*El diputado de Movimiento Ciudadano, lamentó se haya
normalizado e invisibilizado en el sistema de salud
Morelia, Michoacán.- “La violencia obstétrica
lamentablemente ha sido normalizada e invisibilizada en el sistema de salud,
por ello, debe ser erradicada en su totalidad”, advirtió el diputado Toño
Carreño Sosa.
En ese sentido, el legislador de Movimiento Ciudadano,
presentó iniciativa de reforma a la ley de salud, al considerar la violencia
obstétrica como una forma de violencia en contra de las mujeres.
Las cifras son claras
y dolorosas, sentenció en tribuna; en Michoacán, según la Encuesta Nacional
sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del INEGI, el 32 por ciento
de las mujeres, reportaron haber sido víctimas de violencia obstétrica, es
decir, casi una de cada tres mujeres ha enfrentado maltrato o
humillaciones.
Incluso, agregó Toño Carreño, procedimientos sin
consentimiento o negación de atención médica durante el embarazo, el parto o el
puerperio. "Y lo peor estas cifras superan el promedio nacional”, dijo.
Esta realidad, dijo,
no es un hecho aislado, es parte de un sistema institucional que ha permitido
prácticas deshumanizantes dentro de los servicios de salud, particularmente contra
las mujeres, en su etapa más vulnerable: cuando están por dar vida.
Lo anterior, agregó el diputado de la bancada naranja, se
agrava en zonas rurales o indígenas, así que se debe erradicar; “no podemos
seguir tolerando que se les grite, que se les niegue información, que se les
someta a cesáreas innecesarias o se les practiquen intervenciones sin su
consentimiento”.
De esta manera, dijo,
la iniciativa presentada tiene dos objetivos fundamentales; reconocer de forma
expresa la violencia obstétrica como una modalidad específica de violencia de
género dentro de la Ley por una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el
Estado de Michoacán.
Además, reformar la Ley de Salud para que se garantice un
protocolo de atención con enfoque de parto humanizado, basado en los derechos
humanos, la autonomía, el consentimiento informado y el trato digno.
Lo anterior,
finalizó, a través del diseño de políticas públicas específicas, que supervise
los centros de reproducción asistida, que emita reglamentaciones con
perspectiva de género y que promueva investigaciones sobre las causas y
consecuencias de esta violencia. /REDACCION